Bajo el cielo celeste se divisaba el verdor de un frondoso árbol, que a diario era visitado por hermosas y coloridas aves que detenía su vuelo en lo más alto de su copa, para dejar bañar la naturaleza con sus melodiosos trinos y agradecer al divino por un nuevo amanecer.
El árbol era tan feliz que su alegría se transmitía a todo ser que lo contemplara o se posase en sus ramas.
¿Cómo amaneciste?....le preguntaban las gaviotas que pasaban volando muy cerca de las nubes, para encontrarse con el mar
Muy bien, amiguitas…les respondía con mucho cariño
¡Buen día ¡…le saludaba el cardenal
¡Buen día hermano… le respondía el arbol,he notado que te has levanto mas tempranito que ayer
Si, si, contestaba el cardenal un poco triste, es que mi amada me prometió vernos aca, pero han pasado ya varias semanas y no aparece, ¿no la has visto?
No, pero no te preocupes…le decía el árbol
Ya pronto la hallaras.
Así transcurría la vida del árbol, lleno de dicha entre; Paraulatas, canarios, tortolitas, turpiales, cardenales, guañuces, cuervos y otras avecillas que a diario venían a visitarlo y algunas se quedaban a dormir, Ah y qué decir de aquella iguana que le encantaba quedarse dormida en sus ramas para broncearse.
La noche le adornaba con gotas de roció, y al ser iluminadas en la mañana por el sol se convertían en pequeños cristales arco iris que titilaban como estrellas sobre las hojas
Pasaba el invierno, otoño, verano y llegaba de nuevo la primavera y el árbol seguía ahí con su verde matizado.
La luna que todas las noches le bañaba con su luz empezó a sentir envidia de el , una noche de junio se le quedo contemplando al árbol y le pregunto:
¿Qué haces tú para que todas las aves vengan a visitarte?
Solo doy amor…le respondió el árbol.
Pero en el tono de la voz de la luna se le notaba un poco molesta.
Porque a mí no me visitan las aves que en la noche yo guio con mi luz por la oscuridad.
¡No es justo ¡…Grito con furia la luna.
El árbol dijo:¡cálmate amiga!
Ellas si te visitan con su canto que la noche te lleva con la brisa, pero la luna ensordecida por la envidia no le escucho, sólo se le quedo mirando fijamente
¿Porque me miras asi?, siento demasiado frio y tu luz me enceguece
Le dijo: el árbol
La luna no dijo nada, solo dejo escapar una burlona carcajada y se escondió entre las nubes
Al amanecer el árbol se le veía bien pero a los pocos días sus frutos se abrieron y se empezaron a caer e igual sus hojas
¿Qué tienes estás enfermo?, le preguntaban preocupadas las aves
La luna envidiosa me lanzo un hechizo de eclipse muy fuerte, sé que no voy a sobrevivir.
Pronto moriré decía: el árbol
Y así sucedió aquel frondoso árbol tan lleno de vida a los pocos días paso a convertirse en un árbol seco, sin hojas.
Pero…algo increíble seguía sucediendo las aves seguían viniendo y cada vez más.
El árbol le pregunto a Dios... ¿Señor porque si estoy muerto las aves siguen posándose en mi cuerpo ya sin vida?
Dios le respondió con amor
Hijo mío la esencia cuando es pura nunca muere e igual que el amor
¿Cómo es eso no entiendo?... le pregunto el árbol
Te explico… contesto Dios
Todo ser humano creado por mi tienen esencia
¿Y que es esencia?
La Esencia es una fracción de Alma, que representa lo Divino Me representa a mí
Hay muchos que la tiene dormida y otra despierta, usted tenía una esencia despierta libre de egoísmo y todas esas cosas dañinas que llevan al ser humano a olvidarse de mí.
Tú sigues vivos y es recordado por todas aquellas seres que te siguen queriendo allá bajo, tu esencia es mágica, tu esencia soy yo en ti
El árbol lleno de paz y vida dejo que los ángeles jugaran entre sus ramas mientras le sonreía a Dios y un haz de luz le trajo a sus oídos el bello canto de las aves que en la tierra seguían trinado entre sus chamizos
Fin