Este dolor de amarte
me coloca en el abismo del deseo.
En la profundidad que me provoca
y ocupa mi pensamiento a toda hora.
El dolor de no alcanzarte es una herida
que sangra a cada instante.
Es una raiz que se extiende como enredadera
que cubre mis ojos,
que revienta en mi boca
haciéndome gritar tu nombre.
Y este silencio, que se cuajó en lo íntimo de mi ser,
deja de existir para que todos sepan cuánto te extraño