Fermento inútil
contemplando los tiempos de la nada.
Un nulismo eterno, insoportable.
Una apariencia incipiente
despertándome
en tiempos y distancias vacías
que llenan mi intelecto de huecos
racionalmente vanos.
Se precipitan los ociosos
laberintos de lo inútil,
la infructuosa búsqueda de un signo
para seguir mí camino.
El horizonte se pierde
en lo insondable
Y se disipa entre los huecos turbios
de lo oscuro, lóbrego.
Un destino profano,
indecible tiempo de la barbarie,
la ruin fiereza del salvajismo…
Me refugio en mi mismo
alejado del ostracismo.
del desierto infecto de la incultura,
desprovisto de lo “otro” indigno
que despoje mi alma,
la extermine y la hunda
en ese mundo ruin que me circunda.
El fermento inútil se eleva
alertando impávido mi locura,
clavando mil dagas sobre la roca
que muestra lo inútil de sus acciones
pues no me entrego, me elevo
por encima de la mezquindad
y la terquedad infame de la injusticia.
CARLOS A. BADARACCO
25/3/13
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