Esta costumbre de tenerte cerca
Esa rutina de tocarte
Ese vicio de admirarte
Tus manos suaves
Tu caricia fiel
Tu mirada encendida
Nuestras auroras de placer
Vuelve mi andador perdido
Quiero abrigarte y besarte
Quiero adorarte, quiero amarte
Desde tus oscuros cabellos
Hasta rozarte los pies
Robarme el dulzor de tu boca
Descender por tu cuerpo
Debutar sagaz en tu sexo
Y descansar en tu pecho
Mi deleite, mi compañero
Mi guardián y único deseo.