Sálvame Dios de los curas
Y de todos los feligreses
Que tratan de convencerme
Que el suyo es el buen camino
Sálvame de los vecinos
Que vienen a verme
Y a venderme el catecismo
Sálvame del comunismo
Del capitalismo y tantas sandeces
Yo que he conocido al hombre
En sus triunfos y reveses
Sálvame de estas reses
Que haciéndose los corderos
Engañan a los obreros
A escuálidas mujeres
A pueblos enteros
Mientras pasa el barrendero
Recogiendo sus viles heces.
Y sálvame de los cipreses
Que hay en el cementerio
Y de todos tus misterios
Revelados por tus secuaces
Sálvame de estas fauces
Y déjame vivir el cauce
De este río que me estremece.
Y sálvame de tanto abalorio
De tantos entremeses
De los consultorios
De los hospitales
De los velorios
Y dame una muerte sencilla
Sentado en una cómoda silla
Mirando la lluvia
Y comiendo nueces.
Espero que este fin de semana
Te recen
Y dejen de hacer jarana
Que a todos los desmerece.
Hijos del hombre
Vendiendo cruces
A mi no me parece.