Te adoro niña hermosa...
mujer de límpida mirada,
cabello cual cascada,
lleno de luz...blanca rosa.
Eres del cielo...¡embajadora!,
mirada hermosa...cariñosa,
déjame adorarte bella cosa,
e hincarme ante ti...embrujadora...
Mujer de místicos encantos,
de vibrante caminar brioso,
luz brillante...cuerpo hermoso,
alma linda...¿detalles?...¡tantos!.
Déjame amarte...cual mereces,
porque del jardín aquel,
resplandeces cual clavel,
y entre las flores...creces.
Por eso no me canso de decir,
que te escapaste de los cielos,
que en la tierra, me provocas celos,
y sabes bien, que no se mentir.-
Por: Alejandro O. de León Soto.
Tijuana.,BCN-.MEXICO, marzo 26/13