EN NUESTRO OCASO
Cuando vengan los años con su carga indomable
y nos hagan más lentos, apacibles, serenos,
en las tardes tranquilas un lugar buscaremos
para ver los ocasos bajo el cielo insondable
Y a la orilla del cielo mientras muere la tarde
Cuando los arreboles arden sobre los cerros
A la luz de tus ojos donde brillan luceros
Sentiré nuestras vidas al cenit acercarse
Y así día tras día llevados de la mano
Haremos los caminos que nos lleven lontanos
A gozar de los frutos del amor cosechado,
Y mientras los cocuyos alumbran en verano
Sobre el pasto, gozosos, volveremos a amarnos
Porque mientras vivamos, nada será vedado