La gente que no es buena,
no la debería querer Dios
y sin embargo la quiere,
de todo corazón.
Quiere que sea buena,
por eso le presta su
atención; a ver si algún
día es buena de todo --
corazón. Que sea mala
no le gusta a nuestro
Dios, por eso lucha por
ellos para llevarlos al
buen camino y así es-
tar todos contentos:
ellos y nuestro Dios.