La habitación vacía…
La noche y la oscuridad parecían inundar mi alma
por tu ausencia anunciada,
que aún disfrazada de calma,
no era otra cosa que un adiós.
Solo, vagando por mi habitación,
extrañando tu compañía, faltándome tú.
calma parecía el alma,
pero qué fría en el fondo del corazón.
El polvo cubría cada rincón
y aún con la ventana abierta
todo era tristeza, desolación…
Y esa poca esperanza, allí,
apartada, …en ese solitario rincón.
miraba de lejos esa ventana, entreabierta,
por si volvías, aunque fuera con las alas de un gorrión,
así, frágiles, tiernas… pero las tuyas, mi Amor.
Aún espero ese día que,
ahora sí, en la paz de mi habitación,
ese mi sea tuyo y, de los dos, un solo corazón