Hace ya muchos de mis abriles vividos
En aquella infancia madura que labre
Gracias a esos sentimientos por ti sufridos.
En lo profundo de tu retina otoñal, ¡te mire!
Algo nuevo en mí empezó……. en mil ritmos como latidos
Quedaste a mi fundido, como tatuaje en la piel.
En algún tiempo, diría yo…. El más hermoso coexistido,
Tuve la gloria de permanecer en la sepia de tu mirar;
De bañarme en tu voz sublime, en tu sonreír audaz.
Solo te tuve un puñado de días,
Imprenta futura del sello de este amor vivido
De todos mis abriles, en este este largo caminar;
Desde entonces te amo, desde el anhelo de volverte a encontrar
Te hilvano cada día en deseos de poderte amar
Imaginando lo sublime de tu sonreír y de tu voz
Tratando de no olvidar tu clara imagen, guardada aquí en mi corazón;
Clavado en mis insomnios, mientras contemplo
La plateada luna…. ¡Pensando si tú la miraras!
Y si el sueño logro conciliar, hasta allí te has de transportar
Donde por fin el otoño de tu hermoso mirar
En mi pupila hambrienta se vuelve a posar.
Mas al regreso a la realidad me encuentro
Con mi soledad, con mi deseo incumplido
Con mi verdad, ¡jamás te podre amar!