El eco del cemi
Quisiera ser esa voz desde el eco del cemí
que resurge en la esperanza,
quisiera ser esa luz de todos esos patriotas
que dieron luz a mi patria.
Porque en las nubes febriles
que entretejen arabescos
en el cielo de mi alma,
aglutinan su inquietud
en temblores de ansiedad
en las alas de sus gasas.
Quisiera ser sembrador que semillas de ilusiones
va sembrando entre las almas,
y dorado segador que al final de la estación
recoge sueños y ansias.
Porque en la sangre yo siento
resonar de mis ancestros
polémica acalorada,
y siento que quiero ser
mas que el poeta que escribe
la poesía que se plasma.
Quisiera ser esos cauces que desde la cima del Yunque
se han labrado en la montaña,
y quisiera ser esos ríos, que en impetuosa corriente
van a enfrentarse a la mar, y a fundirse entre sus aguas.
Porque en mi pecho sombrío
el cemí cuando pasó
dejó caer una lágrima,
desde entonces mi corazón
es eco de aquel dolor
que por mis venas avanza.
Quisiera ser las riberas que en rosas de espuma blanca
coronan todas las playas,
y más que espuma quisiera, ser el ronco lamentar
que en el vaivén se entrelaza.
Porque es nuestra existencia
como un breve destellar
en una noche apagada,
y no quiero terminar
como un cadáver más
en una tumba encalada.
Quisiera ser el amor que en el misterio creador
unifica la esperanza,
y quisiera ser el cemí que en átomos de clamor
se despierta en nuestras almas.
Que al terminar mi existencia
Ser más que carne de fosa
humarada en la distancia,
y en el sudario del aire
en cadenciosa caída
después de hombre, ser Patria.
Rafael