Junto al mar no me dolería
tanto esta soledad,
ni en la ribera de tus ojos.
Y aun que me duela esta soledad
por herirme a veces la amo,
la busco entre mis papeles.
Cuando amo esta soledad
salgo a caminar con mi sombra
a reflejarme en la noche.
Hay muchos como yo, amiga,
que gemimos y reímos,
siempre estamos buscando
una ilusión en la cual
ni siquiera creemos.
Nos gustaría amar, de veras,
pero amamos más la soledad:
las cosas huecas y sin peso.
amamos más las paredes.
Si fuese un pájaro, te aseguro,
que amaría más a los árboles
lejanos que al viento.
Tal vez somos locos, tal vez no.
Pero si tú eres una de nosotros
ven a mi alma:
estaremos eternamente solos.