EN LA CARCEL DE TU AMOR
Soy un feliz prisionero
en la cárcel de tu amor,
sólo mi sentencia espero
sin reproche ni rencor.
Por amarte con delirio,
por el pecado de amor,
la cárcel no es un martirio,
es premio a mi corazón.
Si la perpetúa cadena
el señor juez me pusiera,
cumpliré con mi condena
en prisión la vida entera
Y estaría más feliz
si dictara el señor juez
la máxima de la ley
para en tus brazos morir.
Gritaré mis sentimiento
estando en el paredón
y sin arrepentimiento
ni súplica de perdón.
De aquel proyectil certero
se escuchará la explosión,
que será un beso sincero
de tus labios con amor.