Boca que transita roja
por esa marea de piel como esponja.
Beso que llega hasta el hueso
y revienta frutos por fuera y por dentro.
Hilo de esperma que fluye
sobre ese deseo de amor que los une.
Y lenguas, espadas de fuego
que se mojan todo y se secan, luego.
Tanta pasión permitida
que derrama chispas de amor por la vida.
Tanto quererse uno al otro
que de amarse tanto quedan casi rotos.