Cuando se intenta aferrar
entre manos temblorosas
un recuerdo, un pasado,
un sueño delicado...
no queda más que una imagen
de una mirada que se pierde...
entre lágrimas de horizontes...
entre gotas perezosas
que caen de las ventanas...
y entre lágrimas silentes,
que recogen tus mejillas,
impotentes van cayendo
tantas gotas ya sin nombre
tantas lágrimas sin dueño...
Y así mientras se mira
perdiendo la mirada,
en horizontes tan lejanos,
se va la vida
se escribe una historia
se esculpe el recuerdo del ayer...