En el libro que miente
las almas están detenidas
esperan la piedad y las bromas
el sexto sentido, la lujuria, los trenes
Tal vez a la tarde el libro que miente
decida dejar su exilio
y revelar al mundo
dónde escondió la belleza
Si fue en el camino de nuestra niñez
con los árboles y los cuentos de abuelos
si fue cuando los mares se abrieron para
que nuestros cuerpos absurdos se perdieran
Si fue cuando la niña beso al niño
Y el tiempo fue hermoso y lento
si fue mientras él y ella, y sus juramentos
O tal vez la belleza haya muerto
en los poemas que jamás escribiremos
en las palabras que no pudimos guardar
en los quebrantos y las pequeñas tragedias
en la obsesión edificante de la felicidad
Pero creo que el libro que miente sabe
dónde habita la belleza,
quiero creer que susurró
y esa voz, esa hermosa voz
acarició el camino de mis venas
y besó mis pies fatigados de tanta piedad