"A veces la fuerza se nos debilita,/ golpes recibimos y viene la caída,/ pero no hay quejas cuando es infinita/ la voluntad de ganarle una a la vida"
A media máquina he estado, aún lo estoy,
con dolores que roban claridad a mi mente,
pero tanto en tiempos pasados como hoy,
para dejar de amarte eso ha sido insuficiente.
Lentitud en mis movimientos, en mis pasos,
soledad que a veces se hace muy necesaria,
ni el dolor tan agudo en uno de mis brazos
evitan que esta nostalgia por ti sea diaria.
Hoy no soy el mismo que solías buscar
y no tengo la misma fuerza para abrazarte,
pero ni siquiera el dolor me lleva a pensar
en dejar al menos por un segundo de amarte.
No están mis poemas ni está mi inspiración,
ni hay ningún verso coherente, con sentido,
pero sigue habiendo en mi pecho un corazón
que tan sólo sabe nombrarte en cada latido.
Estoy a media máquina, no soy el mismo,
pero no es precipicio donde se hunda mi esencia,
me conoces y sabes bien que el único abismo
que no logro superar es el de tu ausencia.
No me rindo, mi alma por la vida se decide
y más pronto que tarde yo estaré de regreso
y que lo sepa bien quien espera que te olvide,
que ni siquiera a media máquina sucederá eso.