Pasad, no penséis en mi vida,
que nada me invade de fuera
que yo solo me escucho dentro
meditando mi silencio.
La puerta esta abierta
entre, y me asome a su sueño,
y mientras te veo dormir.
no se han de cerrar
mis ojos abiertos.
Eres el alma, con tu carne tan gozosa
¡quiéreme¡ ¡quiéreme¡
vacíame hasta que se haya muerto en mi el día
¡ámame hasta que se vaya vaciando el sol
pintando de rosa la tierra.
Estaremos tan solo los dos,
y yo, no seré muerte
mientras que tu,
te unas con mi vida,
reflejando en un punto,
ambas pasiones