Pies pequeños y recios, ágiles y ligeros
que aprendieron a ser incansables
para andar sobre piedras y senderos
sobre caminos sinuosos, polvorientos
para ir en busca de agua y leña.
Manos gruesas y ásperas
que aprendieron desde la edad tierna
trabajo en vez de juegos
entre leche, pan, mandados
y gallinas y terneros.
Manos hábiles para mil faenas
entre guisos y bordados
piedra de moler, fuego atizado
y caricias y peinados.
Joven bella, largo cabello trenzado
piel castiza y cuerpo bien torneado
ojos felinos, retadores
lengua mordaz
sin pelos ni contemplaciones.
Ingenio, mucho ingenio
astucia e inteligencia sobrenatural
para lidiar con la vida
para enfrentarse al mundo
con esa altivez
de los que no aceptan medias tintas.
Escuela, hasta segundo grado
válido en aquella época
para trazos lentos y esforzados
y con letras dibujadas
copiar del catecismo
las novenas y oraciones
para recitar a los santos
que inmóviles escuchaban
los pedidos de intercesiones
para curar con hierbitas y remedios caseros
todo tipo de dolencias y afecciones.
Pero sabes?, nunca olvidaremos
que ya en tu madurez
retomaste por cuenta propia
la devoción por los libros
y con esa determinación
que siempre te caracteriza
culminaste con satisfacción
la educación inconclusa
y eso Madre, es una lección!
Adolescente hermosa
que en los bailes de salón
arrancaste mil suspiros.
Más un solo hombre pudo,
suponemos con la ayuda de Dios,
conquistar tu indómito corazón
que no era empresa ni humana, ni fácil
valga la aclaración.
Luego vinieron muchos años
contando bien, cincuenta y dos
de marea va, marea viene
propias de la situación
y seis críos, cinco hembras, un varón
se te oía decir siempre con satisfacción
cinco de seis bien logrados gracias a doña Mirtala
la partera del pueblo que sin dejar pasar ocasión
traía cipotes al mundo
con sus métodos arcaicos
que funcionaban a la perfección
sólo la Polla, citadina ella, por decisión de Dios.
Seis críos, unos robustos otros enclenques
pero devotamente nutridos…
todos ellos con buena escuela y educación
a punta de mil sacrificios
entre ellos la dolorosa separación
solo tú y Dios saben, Madre
de las lágrimas furtivas y el corazón apretado
vernos crecer a distancia
todo en aras de la superación
de ver crecer a tus hijos en un ambiente mejor
de darnos a todos el chance de un futuro prometedor
cedernos un poco y compartir nuestro amor
con otra madre abnegada que sin biológica razón
aceptó devotamente la delicada misión.
Ahora Madre, han pasado muchos años
ya tu gran amor, tu fiel compañero se adelantó
el Señor a sus brazos, lo llamó
luego de toda una vida de altibajos
pero siempre de aguante y valor
de no desmayar nunca en la lealtad y el amor.
Ahora la soledad es tu compañera
una vieja casa, llena de recuerdos
llena de silencios y voces retenidas
entre paredes, tejas y quicios de puertas
y te aíslas y te resistes
a ceder un ápice a la vejez
a la fortaleza de toda una vida
siempre, siempre con la misma altivez.
¿Sabes cuánto te amamos Madre?
con todas las fuerzas de nuestro ser
con todo el agradecimiento por tu valor
con toda la admiración por tu carácter
indomable, irreverente, intransigente
porque eres única, irrepetible,
incomprendida a veces
pero tienes que tener seguro
que siempre serás de nuestra vida
el referente, el estandarte,
la fuerza oculta que nos sostiene
la fuerza oculta que nos da la pauta
de la vida franca, sin mordazas.
Te amamos, te amamos, te amamos!!!.
por siempre Madre, te amamos
y hoy que es tu 81 cumpleaños
es justo y necesario que te lo digamos
envuelto en nuestros besos y abrazos.
¡Que Dios siempre te guarde!!