Hija del Sol

EL BESO, ¡AY! ESE BESO…

 

Aquel beso traicionero que una vez existió

marcó pauta en la historia de un hombre,

que en la mejilla de Él se posó y jamás lo deseó;

no fue necesario pronunciarle su nombre.

 

Beso, cuenta la historia, de avaricia y poder

para un hombre que amaba y así lo esperaba,

miseria humana y culpa hubo, por no ser como Él;

un discípulo que a la muerte lo entregaba.

 

Hombre de poca fe que hubo de traicionar,

que a la luz de todos no supo creer en Él,

traicionó la palabra por oro ambicionar

y traicionó sus principios siéndole infiel.

 

…Y páginas de historia se continúan firmando…

traiciones y avaricias van dejando semblanzas

de hombres de fe que su testimonio van llevando

y otros detrás, que van mutilando su confianza.

 

Y aquel beso, beso traicionero que hizo historia,

hoy por hoy, galopa haciendo al mundo más profano,

y siendo, que el mismo Dios nos cobija con su gloria,

¿seguimos tú y yo en la saga, traicionando al hermano?