Ella hablando,
él, a su lado la toma de la mano,
y los dos caminan bajo el árbol de flores rojas.
La tarde, con su sol brillando,
crea dos sombras en el césped,
dos sombras que se abrazan,
se acarician y se besan.
De repente:
la mirada de ella hacia abajo,
la de él la sigue sin pensar:
un signo de pesos en la hierba,
les habla con voz de papel.
Los dos corren,
los dos se empujan;
ella jala por la izquierda
él, por la derecha del papel.
El tiempo se detiene;
las miradas impactan;
sonrisas en las caras;
él dice: “el poder del dinero”