Muerto en la cruz me encuentro
Por mi propia culpa crucificado
Los clavos son mis decisiones
Entrelazadas con olvido y mensajes
Ya por mi, no puedo hacer nada
Sólo luchar por aquel adiós
Enfrentarme a los demonios
De esta miserable sociedad.
Me deje tentar por la mentira
Cegar por el engaño, amargura
Ese es el sabor de mi frustración
Que sacaré de mi boca en el río
Y cuando nadie escuche mis gritos
Todos se arrepentirán de no escuchar mi voz
Cuando me encuentren sin vida
Asfixiado por culpa de mi cobardía.
Y luego solo aparecerá mi cuerpo
Será mi suicidio, mi final.
La despedida eterna
Un canto infinito.