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Quiero quedarme en tus brazos,
quedarme un año o dos o tres o cientos -muchos- miles ¿se podría?
reclinada a la orilla de tu cuerpo
como un pensamiento,
como una sustancia
de la vida
que nadie quiso decir.
Recorrer el relieve de tu frente;
escuchar el te quiero que, en tus labios,
suena como una ola
y una sola palabra
que reinventó el amor para escribir
de ti.