¡Ay Judas Iscariote!
Tú que fuiste con Jesús a Galilea
y predicaste con él, en Judea
¿Cómo fuiste a perder tu norte?
¡Ay Judas Iscariote!
por treinta monedas de plata
vendiste su gloria tan barata
y le diste a los ciegos un garrote.
¡Ay Judas Iscariote!
Tú, uno de los apóstoles de Jesús,
pagaste con semejante ingratitud,
y fuiste ante todos un cipote.
¡Ay Judas Iscariote!
fueron los miembros del Sanedrín
los que a tu apostolado dieron fin
porque fuiste hombre de pocas dotes.
¡Ay Judas Iscariote!
después anduviste arrepentido,
buscaste de salida el suicidio,
como un verdadero monigote.
¡Ay Judas Iscariote!
eres el eterno rey de las felonías,
el mundo rechaza tu acción impía
que causó a Jesús tantos azotes.
¡Ay Judas Iscariote!
Jesús ya sabía lo de tu traición
y tal vez te haya dado su perdón
porque su misericordia pocos la conocen.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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