Al pie de tus recuerdos, tarareando mis tristezas
Quizás hasta llorando de impotencia y de miedo;
Así me quedé yo, detrás de tus silencios;
Así se fue muriendo hora tras hora la esperanza.
Me sentí como una loca sin rumbo y sin aliento
Preguntando al destino: ¿Qué voy a hacer ahora?
Ahogada en las lágrimas de desesperada angustia
Que cayeron en la tierra del dolor,
abonando las mustias y marchitas flores de tu desprecio;
Con el alma partida en mil pedazos;
Con la esperanza perdida en los confines de tu olvido.
Pero alzo la cabeza, aún con llanto en los ojos
Mirando al horizonte que atisbé tantas veces,
esperando llegar hasta tus brazos.
Recojo los pedazos de mi corazón roto
Y me marcho por los viejos caminos
En los que quedaron regadas mis muertas ilusiones.
Pero...de todo aquello desecho el dolor
Rescato el amor que por ti es inmenso;
Pero lo tomo muy delicadamente
Lo doblo despacito y lo guardo
En el lugar más dulce de mi alma
Para que no se aje, para que no se pierda,
Para que se conserve intacto aquí en mis adentros…
Aunque nuestros pasos, tomen distintos rumbos.