ivan rueda

SE HA PERDIDO MI PERRODRILO

 

 

Se ha perdido mi perrodrilo,

si lo ven, por favor no lo confundan

con un reptil del río Nilo,

no es bestia cruenta ni fiera inmunda,

tiene un carácter fiel y tranquilo.

Es bueno y manso como la gleba,

sus dientes son de gomaespuma,

su larga boca de gomaeva,

sus cortas patas de cartonseda

y de corcho bruno tiene las uñas.

Le gusta olfatear en las farolas,

bañarse en el mar a media tarde

mirar la luna, saltar las olas,

morder la lana, mover la cola

y hacer cabriolas sobre un alambre.

Le sientan mal las gominolas

pues le salen pupas en sus peloescamas,

le chiflan las lirioletas, las margapolas

y las florilusas de las retamas.

A mi perrodrilo le caen las lágrimas

cuando lee los poemas de Rubén

y cuando quiere ladrar no ladra

y a veces ladra sin querer.

Si lo han visto o saben de él

les ruego escriban a estas señas

que les anoto en este papel

con letra hermosa pero pequeña:

Mi nombre es Carlos del Río,

vivo en la calle de los sueños,

séptimo piso tirando al cielo,

ciudad del verso de mi latido.