Murialdo Chicaiza

A la Nunca Conocida

Aún te sigo buscando desconocida

a pesar de que no te hallaré.

En mí existe un nunca y un por qué:

soy errante por ti en esta vida.

 

Se cerró la gran y fatal puerta

detrás de mis ojos de polvo.

Me hallé, otra vez, desnudo y solo,

te imaginé como las que conocí: ¡desierta!