Aún te sigo buscando desconocida
a pesar de que no te hallaré.
En mí existe un nunca y un por qué:
soy errante por ti en esta vida.
Se cerró la gran y fatal puerta
detrás de mis ojos de polvo.
Me hallé, otra vez, desnudo y solo,
te imaginé como las que conocí: ¡desierta!