Hoy mis oídos han sentido el trinar de los pajaritos
Anunciando el nuevo día de hoy
Donde cantan las aves y le dan gracias adiós
Por el nuevo día que les dio
Donde podrán jugar en las copas de los árboles
Y disfrutar de la creación
Volar libres bajo el manto celeste
Adornado de motas de algodón
Blancas como la nieve que adornan los alpes
Tan bien las altas cordilleras
Donde habita el cóndor y el águila
Señor de las alturas como el halcón
Son como el amor que todo la invade
Llena el corazón y acaricia el alma
Cuando se encuentra sin dolor
Con palabras de ternura se puede curar
Las heridas de una desilusión
De sueños de hada que dejo un traidor
Que marchito tus encantos
Se marcho sin decir adiós
Ilusionándoos con traición
Con falsas palabras
Haciendo castillos de cartón o de arena
Que el mar derivo
Hoy tu vista vuela como las aves
Que llenen el vació de tu corazón
Dibujando sonrisas en tu rostro
Como lo hacia yo
Dudando del cantar de mi corazón
Te alejaste sin de sir asta pronto
Algo dentro de mi estallo
Dejando heridas de gran proporción
Solo el silencio y la lejanía me comprendió
El trinar de las aves como susurro a mi oído llego
Cantaban con ternura
Que la herida curo
Solo te puedo decir con la ventana de la esperanza
Se puede lograr la felicidad.
Eco del Alma
(Derechos reservados)
30 – 03 – 2013
Antofagasta – Chile