¡Como es bueno, acostarme en cama por la tarde, sin ruidos, sin teléfonos, solo oyendo el cantico suave de la lluvia en los cristales, siguiéndolos bajando, pasar las manos por encima de la ropa, sentir nuestro cuerpo relajando, estirar las piernas, como si tocando piano mover los dedos de los pies, estirar las piernas, sentir el relajar del cuerpo! Quedar dormida soñando aun despierta con lo que deseo me pase e conseguirlo.
Suspiros profundos, un poco de gimnasia respiratoria e como gata estirándome, busco la mejor manera de estar acostada. Sí es bueno, es salud e vida para mí.
Hace mucho tiempo, una gatita me hacía compañía, ronronear, se metía bajo la manta e iba para mis pies e con su lengua pequeñita la pasaba en mis calcañar, haciéndome cosquillas. Su pelo era seda, ahora sola la imagino como si estuviera conmigo. Despertaba ya casi terminando la luz dela tarde, salíamos juntas e bajábamos las escaleras.
Fue un regalo que he tenido, nunca más quise otra. ¡Era amiga e me quería tanto! Cuando lloraba ella las limpiaba cerraba e abría los ojos de espacio, con tanto cariño, que por veces tenía la impresión que era más humana que mascota. Quisiera que mismo la familia fueran la mitad en cariño que ella. Dulce Ninon, amiga sincera, ternura echa de pelo blanco como la nieve, de dulce mirada, nunca más te volveré a ver. ¡Me haces tanta falta! Cuantos secretos te he contado, ¡cuántas confesiones te he hecho! Ahora lo hago sola mirando al nada, sin nada, solo yo y mi vida.
En mi habitación, mirando e oyendo la lluvia, descanso mi pensamiento e mi cuerpo, el sueño me llevará para donde no existe nada a no ser el descanso del cansancio, de no poder olvidar mis deseos, mis disgustos, mi cruz pesada, que en mis espaldas llevo, sin poder cambiarla por mucho que quiera, la fuerza del mal que existe en los otros.
Casi está llegando el momento para acostarme un poco, como mirando una película, a quedar dormida reviviré lo que de mejor he vivido.
En semana santa, un poco de recogimiento, hace falta, mirar hacia dentro, separar, lo que sentimos de lo que podemos tener.
Feliz por ser Pascua, infeliz por no poder festejar la como antes. Paciencia, estoy conformada, así Dios quiere así tendrá que ser.
Por mí ya no lloro, solo no quiero tener remordimientos, por hacer infelices a los otros, oh no ser verdadera e correcta.
En mi silencio, estuve mirando la procesión en Sevilla, por la televisión, me he sentido en medio de la gente. Por momentos me he sentido ayudando Cristo con la cruz.
De pequeñas cosas se hace la vida, en la mía, sencilla, todo puedo tener si dejo mis sueños mecer al compás de mis sueños.
Mañana, es Domingo de Pascua, resucitara Jesús y volverá para junto de mí, con su ayuda.
Que todos puedan tener un poco de esperanza e confianza en El, pues seguro que nunca nos abandonrá, mismo que en algunas ocasiones pensemos que sí.
Oporto 30 de Marzo de 2013
Carminha Nieves