Hoy quiero descansar en tu morada
pues me siento atrapada en telarañas,
necesito dormir ya estoy cansada…
De escuchar el silencio en mis entrañas.
Ya no quiero escuchar más el sonido
de la brisa que me recuerda el canto,
de los pájaros que han dejado su nido
hundiendo mi vida en un lago de llanto.
Dios, aquí vengo con los ojos afligidos
a suplicarte que me brindes tu consuelo,
y así pensar que fueron tus elegidos
para estar a tu lado allá en el cielo.
Mis sufrimientos se pierden en el desierto
así como el horizonte se borra en la lejanía,
hoy entierro el dolor en aquel viejo puerto
al lado de la barca que se encuentra vacía.
María B Núñez