Antonio Fernández López

PERMANENTE DESAFÍO.-



 

         Una vez y otra vez,

Como rueda implacable en forma de pregunta.

¿Es Abril? ¡Pues aquí estás!,

Borbotón amarillo, sin que nadie te busque.

 

         No sé por qué me retas, jaramago.

Se me nublan los ojos con tu flor diminuta

Que toma posesión de los espacios, como un manto,

Y se adueña de la tierra llenándola de vida

 

         Para qué tanta fuerza

Tanta inmensa belleza inevitable

Tanto clamor de luz por los caminos,

Orgullo de qué objeto si nadie te ha buscado

Si nadie te ha querido

Si de ti sólo se espera que te vayas

Es mas, extraños artilugios se dedican a borrarte de los mapas,

Pero tú parece que no entiendes

O tal vez no entendemos tu mensaje persistente

Contra viento y marea

Que se afirma en cualquier borde

Aunque nadie lo busque

 

         Hay una cosa cierta, tu presencia.

Apenas se anuncia Abril y no hay barrera

¡A cubrir el espacio como si se tratara de un mandato!

 

         Me niego a comprenderte

Sé que me estás hablando. Tanto empeño no puede ser baldío.

Lo reconozco. De acuerdo. Tú eres el más fuerte,

Para ti la presencia y el dominio.

Yo renuncio, no quiero competencia con tan gran enemigo.

Pero sé que estas  palabras de tu vida y de tu muerte

Son estrictamente mías y aquí está mi venganza

 

         En este desafío tan desigual con ser tan poderoso

Sólo puedo poner algunas letras para aliviar tu impacto

Que me envuelve en Abril. Llámale canto.