En la casa de mis abuelos
Los niños somos eternos,
Los recuerdos de los tiempos,
Nos mantienen a destiempo.
Las travesuras de mi niñez ,
Me recuerdan la sencillez,
La pequeñez que bastaba para sonreír,
Mediante un tiempo para otros gris.
En cada habitación e de recordar una ocasión,
Donde cada mañana se asomaba el sol
Ahora en cada pared se detiene el tiempo
Que por las madrugadas traen relatos y hechos
Donde cada recuerdo y sueño es eterno.
Los retratos de la sala, jubilosos años datan,
Con recuerdos de tempestad y gloria
De los que ahora están en nuestra memoria.
En el porche de la casa toda la tarde-noche pasaba,
Los veranos de mi infancia que hace tiempo extrañaba,
Por la mañana despertar y almorzar
Por la tarde escuchar y tropezar
Y por la noche disfrutar y tontear
Pues la gente es cuando sale a platicar.
Las banquetas de la casa donde muchas veces caí
Moretones, sangre y raspones que me hicieron muy feliz,
Hoy están solitarias esperando otras generaciones
Por venir.
En el patio los árboles y plantas
Que de niña descalza destrozaba
Lastimosamente con un balón
Y las lombrices que desenterraba,
Con el mejor de los hermanos,
Mi primo llamado Alejandro,
Nos recuerdan con horror,
Pues eramos un terror.
Los cabellos de los mayores ya están encaneciendo
Los niños de ese tiempo somos sólo un momento
Han llegado otras hojas al umbral que en un tiempo
También crecerán y se marcharán.
Los años ya han pasado y mi niñez a terminado
El ropero grande perdurará igual que el moralismo
Que me enseñaron a mi edad.
Los tiempos se vuelven raros
Y te hacen sentir extraño,
Pero el recuerdo de antaño
No lo olvidaré en un buen rato
Como quien quiere un deseo
Que yo pido con tanto anhelo
Si e de volver a vivir
Que mi vida vuelva a ser aquí.
Que mi niñez vuelva a seguir
En un pueblito de gente gris
Donde el polvo el, calor y la tierra
Es lo que nos entierra
Donde en una casa comencé
A existir..