Sea el sonido de la sangre derramada
El verdugo de este corazón deshabitado
Sea el olvido en pleno fuego
Crepitar del silencio carbonizando
En la inmaculada sensación del latido
Te guarde un espacio merecido
En este corazón pantanoso
Que soslaya el eco de tu voz sigilosa
En plena demasia de mi vesania briosa
Entre vida y muerte siento lo indecible
Me levanta la soledad y me llama a caminar
Sabiendo que en mis pasos te he de volver a encontrar
La delgada línea entre estar y no estar
La que no me atrevo a profanar para hacer malabares
Los sonidos de tu sangre retumban en mi mente esquizofrénica
Tanto que parece sosegar la tempestad
El odio se sienta tan cerca de mi
Pero no puede tocarme
El amor pasa a mi lado
Pero no se detiene a mirarme
Después de un largo tiempo o corto quizá
Soy viva tragedia de tu insolita mirada
La que sigo buscando en los ojos de la multitud
Y me extravio en onirismos en las dunas de mi realidad
Una mágica callejuela de aspecto gotico
Donde cansada de deambular taciturna
Tropiezo con cientos de cuerpos sin rostro
En los que aguardo paciente reencontrarme con el tuyo
No escuchas lo que puedo pensar
No sientes las epístolas que en noches de desvelos
De luna esplendorosa mirándome escribo
Con lamentos que no he de mostrar
Kiero que este sentir muera y convenza
Que no tiene principio ni fin en el hado mio
Que renazca mi luz en la oscuridad
Que en mi lo sentimental solo sea enfermedad mental
La verja de este viejo y oxidado corazón
Me escuda de la crueldad del día
Donde ya no hay ilusiones
Donde el tiempo ha trazado ya mi camino
Enseñame el color que tiene tu voz
Y el abismo intrínseco de tu mirar
Enséñame como sacar tus espinas
Y endulzar el sabor a hiel que dejaste en mi paladar.
AUTOR: NINFA
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS
31/03/13