La Bíblia en el libro de Hechos,
en su capítulo tercero
nos habla el apóstol Pedro
de la resurrección del cordero.
¡Aleluya! La gente grita
¡Aleluya! Con gran devoción,
Se cumple la palabra escrita:
¡Es Domingo de Resurrección!
¡Aleluya, Aleluya!
Es señal de adoración,
las bíblicas escrituras
cumplen su predicción.
¡Aleluya! Se oye en los pueblos
¡Aleluya! En las ciudades
¡Aleluya! En el mundo entero
sin distingo de razas, ni edades.
La Semana Santa termina
tal como lo ve usted;
pero en nosotros germina
la creencia y la fe.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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