Francisco de los Angeles

Y TE VI PASAR

Ahí estabas tú aquel día,

Dulce y tierna,

Como la fruta prohibida,

Ahí estaba yo observándote tendido.

 

Aun así me miraste,

Más yo hacia lo mío,

Haciéndome el desatendido,

 

Y te vi pasar,

Con ese andar despampanante,

Mis ojos adormecidos,

Preguntándose qué belleza,

Que belleza y que martirio.

 

Era muy de mañana,

El sol aun no salía,

Un cigarrillo,

Un buenos días,

El cigarrillo el mío,

El buenos días!

El buenos días salía de ti.

 

Y aprecie aquel lindo rostro,

La bella sonrisa entre mordida,

Y la magnífica imagen,

Que ni el crepúsculo la confundía.

 

Y solo te vi pasar,

Aun así lo recuerdo como el ayer,

Habrán pasado días, años o meses,

Pero tú recuerdo de aquella mañana,

Aun en mis recuerdos aparecen.