El Poeta Rafael Mérida Cruz-Lascano, Hace honor a la estrofa diseñada por –SorGalim- Milagros Hernández Chiliberti, venezolana.
-Sorsonete- “La libertad de Criséida”
Pélida Aquiles viene de cólera cantando
el áureo cetro ignora, quiere volver de Príamo,
lo impide su Dios del arco en las cóncavas naves,
Crises esta llorando
sin presentar reclamo.
Agamenón no transa altivo como las aves,
también Calcante teme la cólera de Apolo,
es debido al ultraje, dijo: el eximio vate,
su fe es como las aves
marcha al combate solo.
Criséida, causa mortal, del egregio enclave
que incomunica al bardo,
tiene en su alma la llave.
Quiere viajar a Ftia la guerra es sangrante dardo,
pierde a Cris; esta grave;
¡Sin su amor, es un fardo!
Tetis hizo el funesto vaticinio en conclave
Y pelean contra el amo
Troya es la contraclave.
Rafael Mérida Cruz-Lascano
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FLOR DE TUNA
-Sorsonete-
Vienes a mí en la nota del amigo
me halagas con respeto y picardía
poco a poco me envuelves y enamoras
de pronto estoy contigo
dejarte no querría.
Viniste a mí y no sé si te acaloras
para ahogar a otra y mísera mujer,
y al matarla, nació mi flor de tuna
de mi amor que tú ignoras
porque cobras placer.
No quieres recordar herida alguna
prohíbes la tristeza
y celebras mi luna.
Manejas mis destellos con destreza
prendes mi piel moruna
y atizas tu corteza.
Mas, yo también arranco mi maleza
te aplico un logaritmo
aunque te lleve el ritmo.
MIlagros Hernández Chilliberti
ALBA POSTRERA
-Sorsonete-
El día que te tenga, ese será también
noche plenilunar en un cielo profundo;
y tu nave de amor por mar de mis esencias
navegará en vaivén
para anclar en mi mundo.
Y un destello dorado retador de las ciencias
saldrá de nuestros cuerpos con las almas aliadas
cual centella sublime, será un reto de amor
de ansiadas complacencias
nunca más rezagadas.
Del tajo se levanta la pasión con honor
melodiosa y ufana
con notas de valor.
Y en el alba postrera abriré la ventana
para ver el color
de la dulce mañana.
El amor que se gana
versando del otoño hojas tantas que vierte
trascenderá a la muerte.
Milagros Hernández Chiliberti