El sol entra por la ventana iluminando
Escucho cantar a los pajaritos
Que me trajeron serenata.
Pero hay oscuridad en mi habitación
Solo hay silencio
Tal parece que será un día cualquiera.
No hay flores que se mantengan vivas
Todas mueren en mis manos
Hoy no recibí flores.
Bajo y subo escalones por el trabajo
Cada escalón tiene espinas que hieren
En mis pobres y cansados pies.
Mía manos no paran heredan el día
Tengo quebrantada las uñas
Y las manos ajadas por el fango.
El rostro tornase angustioso y horrendo
Me lavan la cara las lágrimas
Muerte en el semblante blanco.
El corazón siento como cayera al abismo
La sangre recorre hasta contaminarse
En el cerebro nacen las ideas macabras.
Aun dormida caen lágrimas
Aun despierta soy una idiota
Aun alegre mi alma sufre agonías.
Soy hiel
Detrás de la tranquilidad
Inquietud suicida
Detrás de la ternura
Odio mi resentimiento
Detrás de mi silencio
Gritos de dolor.
Un día como cualquiera
Escapo de mi realidad
Camino en el sendero de la luz
Paso por la penumbra gris
Entro al sendero sombrío
Canto y bailo en mi libertad
Amante de la soledad.
Soy alguien
Que no debió nacer
Soy alguien
Que debió morir.
En un día cualquiera
Convertida en lo más despreciable
La seriedad
La rigidez
El capricho
El resentimiento
Son el miedo a esta vida.
No seré el vivo recuerdo
En la desesperación de mi muerte
De un día como cualquiera
Todos sabían y uno se acordó
En la mágica de la ilusión marchita
Pierdo la vida de la sonrisa.