¡Oh, Señor...por qué suceden
estas cosas tan sin razón!?
¡Cómo, tan lleno de vida...
hasta la vida se quitó!?
¿Dónde estabas ...oh Señor?
¿Es que acaso no Te oyó
que amoroso Le decías
¡Hijo mío, ten valor!
¡Hijo mío, no desesperes,
Ten valor para vivir!
Abre los ojos del alma
Y mira...que sin condición
Yo siempre estoy aquí!