Me he alejado. Estuve ausente.
Tan solo por unos días.
Algo he llegado a comprender.
Que muchas veces,
el hecho de estar alejado,
acerca más, une más...
He pasado días felices.
Reencuentros felices.
Las Pascuas es la presencia de Jesús vivo.
Y Jesús estuvo con nosotros.
Estuvo en los corazones del mundo.
De todos nosotros.
He estado en momentos de oración.
En instantes de paz.
Es lo que necesitaba.
Y la logré.
Mi espíritu regresó renovado.
Mi alma está más cerca,
de todos los seres.
Alejarme, me ha servido
para amarte mucho más.
Lejos, he sentido la necesidad
de volver a ti, de comunicarme...
de leerte, de escribirte,
de comentarte.
He necesitado tanto
de tu presencia...
aunque he estado
con mi familia,
con mis hermanos,
con mi amor interno
en mi alma...
he necesitado de ti;
hubiese podido hacerlo,
pero la computadora
no era mía...
y no quise aprovecharme
de la hospitalidad
que me brindaban...
y llegué a casa...
y nuevamente contigo estoy,
amiga, amigo...
poetisa, poeta...
alejarme...
ha sido motivo
para decirte,
poetisa, poeta,
para decirles
que más que nunca
las amo, los amo...
Todos los derechos reservados del autor ( Hugo Emilio Ocanto - 02/04/2013)