Nuestra historia es una esfera que no tiene principio,
el adios llega de vez en cuando, pero nunca es propicio.
No tuviste el valor de buscar el fin de su círculo;
tuve que hacerlo yo y romper nuestro vínculo.
Ni siquiera te das cuenta, ni lo más mínimo te importa;
yo ya no siento tristeza, porque no eres esa persona.
No eres quien yo conocí, no eres esa esperanza..
Te adivino desconocido, no recuerdo quién fuiste,
sin embargo sé que no será igual cuando en persona te visualice.
Libre soy y siempre fui, y sin quererlo me ato,
pero conservo la astucia para los necios baratos.
Parece una lucha por ver quién es más fuerte,
si es eso lo que quieres te demostraré que pierdes...
Ya me aburre repetir el sentimiento,
creo que ya cuento la número doscientos...
No lo sé, perdí la cuenta cuando dejó de importarme.
Temo volverme de piedra, prefiero no preocuparme.