Relato mi angustia partiendo del desconsuelo,
la impaciencia, el sofoco.
¿Amigos? ¿Amores?
Sólo mi corazón aventurero parece ser real,
cuanta hipocresía,
cuanta falsedad.
Recorro caminos adversos
donde gritos desesperados
se oyen a cada paso,
una marcha de sombras y almas oscuras
me hipnotizan por instantes,
¿hacia dónde se dirigen?
¿será esta la senda de la que tanto he huido
y ahora aparece como un canto de sirena,
llamándome, acechándome?
Veo un mundo sin remedio,
un infierno
donde el camino hacia horizontes de encanto
se ha perdido;
cuanta tristeza me da vuestra existencia
vacía y sin escrúpulos.
He de vivir mi realidad adjunta,
confusa, incomprendida,
he de rugir como un león ahuyentando mis demonios,
prefiero una caída libre al abismo de la locura
a caminar encadenado o vivir como un siervo.