Voy navegando sin rumbo
por las aguas turbulentas,
siento un miedo profundo
en medio de la tormenta.
El mar está embravecido,
el cielo oscuro y tan gris…,
el viento sopla con brío
para mi navío abatir.
Voy navegando perdida
sobre las aguas del mar,
buscaré un faro encendido
que me envíe una señal.
No dejaré a la tormenta
derribarme sin luchar
es de cobardes rendirse,
yo no lo haré jamás.
Siempre llega la calma
al fin de la tempestad
por eso esperaré ansiosa
a que el sol vuelva a brillar.
(Carmen V.)