¿Por qué siempre te detienes en la orilla?
No le temas al umbral, no hay pesadillas,
Te prometo que detrás de esas cortinas,
Por ti espera sonriente intensa dicha.
¿Es que acaso no ha sido suficiente,
La constancia de estos versos tan dolientes?
¿No te han sido mis caricias elocuentes?
¿No han valido serenatas diligentes?
¿Tendré acaso que cambiar itinerario,
Y mostrarme a tu sentir indiferente?
Se muy bien que en tu mente estoy presente,
Te palpita el corazón acelerado,
Que mi nombre en tu diario está grabado,
Que si hoy marcho, llorarás intensamente.