Delgada hoja de acero
que mis venas haces palpitar
que mis ansias conmueves
permite que tu cuerpo se temple
en la hoguera de mi deseo
por las noches bajo la luz del cirio
recorre la garganta que te aclama
desliza sutil tu filo por mi piel
que tremula responde a tu caricia
despiertas la libido en mis pupilas
y tu brillo humedo recorre la hoja
que sostengo con pasión y deseo.
Eres mía.