Al escaso de dinero,
la gota de té es valiosa;
lo mismo que al jardinero,
al cortar la última rosa.
¡Al igual que un hombre anciano
que está en su lecho de muerte,
al estrecharle la mano,
lo hace sentir mas fuerte!
¡No hay cosa que sea pequeña
a aquél que la necesita;
aunque sea un carbón de leña...
ya le le hace una lucesita!
Autor:Bernardo Arzate