¿Cómo añadir segundos a la herencia que nos deja el tiempo?
Remando contra los despidos de sus brazos.
Agotando la voz que igual se quiebra.
Dando vuelta;
Sujeto el adiós navío que nos marea.
Dando vuelta;
El aplauso notorio de árboles y hojas caídas,
Sus pestañas abiertas nacen de venidas y lejanías.
De nuestro amor hecho estación.
¿Cómo entrar en la mar concurrida?
Dando vuelta casi ya por épocas,
Casi ya por libros y sus líneas de tiempo.
¿Cómo permanecer contigo?
En el color ganado, en la vista vibrada.
En el pensamiento de roble, que apenas asoma.
Humberto Velásquez
3-04-2013
11:45 p.m.