carminha nieves

LA VIUDA

                                                     

 

Ella desde joven era muy  observadora, le gustaba saber todo.

Creció, Se hizo  una mujer, se casó, tuvo hijos, los ha educado, dado todo lo que podía, su casa siempre impecable, cuando fue a vivir con su marido, tenía como alfombra una manta de lana fingida de verde, lo esencial. Como podía alegraba el ambiente con pequeñas cosas, hechas por ella.

La vida fue pasando, entre enfermedades, nacimientos, muertes de sus Padres, de amigos de familiares, ella seguía adelante en su vivir sin pensar que no lo estaba haciendo.

Cambió de casa tres veces, hasta que  tuvo una suya, trabajó ¡hasta decir basta!

Sin pensar en su futuro, todo lo que ganaba lo repartía, comprando cosas para la casa, hijos e marido.

Despertó un día e se dió cuenta que era viuda, mismo así, confiaba que su vida sería igual. Engaño. Todo empeoró, empezaran a querer mandar en ella. Se fueran empeorando  las relaciones familiares, hasta que un día, ella conoció un señor, un amigo, solamente un amigo.

Metida en medio de desconfianza, malas palabras, desprecio, e sintiendo que su salud  estaba siendo afectada, todo dejó. Alquiló un piso pequeñito, sin muebles ningunos a no ser armarios baratos para guardar un poco de ropa, con lo mínimo de los mínimos, así vivía.

La grande casa rellena de todo en otras manos quedó. Sentía  que querían todo, que pensaban que era todo de ellos. Negaban lo que hacían, decían, abusos de poder, en sus cosas entraban como dueños, intentaban cambiar contratos, todo con cara de santos.

Si no bastara, empezaran a hablar mal de ella, a la familia, amigos e a quien les daba la gana.

La viuda, sin querer sabía todo e tragaba callada, no lo entendía, pero dejaba  que  hicieran lo que les daba gusto, mentir.

La viuda aun en su piso pequeño, vive con su amigo, ella sabe que no será para siempre, pues un día si queda enferma, él no puede dejar su empleo, para quedar en casa a tomar cuenta de ella.

La viuda, entonces, empezó a buscar soluciones, comprar una suite en un lar, una habitación, algo que fuera el suporte de su viejez.

Mirando a su alrededor, los amigos no estaban, la familia tampoco, solo su amigo. Por el  mataran  el gusto por la vida de la viuda, enterrada en el olvido, mismo haciendo uso de sus cosas, usando ropa comprada por ella, usando  todo e gozando de conforto, no le perdonaban que tuviera un amigo. Solo por eso.

N sabemos de qué materia es hecha la alma oh la consciencia, quizá de algo que evapora y no se siente.

La viuda solo quería que Dios  tuviera todo anotado en el libro del debe  e recibir e que lo mirase de cuando en vez, para ratificar las cuentas de muchos, que deben e no pagan.

Soy su amiga, no comento nada, no puedo, solo pienso que hay leyes mal hechas e terribles para los mayores.

Deseo de corazón que siga adelante, con coraje e fuerza. Que no sufra, pues es terrible lo que le hicieran pasar e lo que pasa.

Así es la vida, así es la justicia del hombre, solo indiferencia, para tantos seres que han dado vida a otros e que los pisan con  placer.

Ella se sentía viuda de muchas cosas, no por no tener su compañero de toda la vida, pero  de su parte más alegre, más feliz más ilusionada, se acordaba cuando quedaba entretenida mirando un hormiguero e como trabajaban incansables, cargando cosas en sus espaldas. Mirando los gestos de sus mascotas, las vueltas que daban iguales para acostarse en la losa caliente por el sol. Cuando timbraba el teléfono, saltando iba a cogerlo, pensando quien seria.

Hoy la pobre tiembla, cuando   toca, pues sabe que viene algo aburrido, para arreglar.

Pensando bien, nadie es viudo, solo   pobres de  ilusiones y de alguien con quien repartir la vida.

Sentimos que somos una nube pasajera, lejos de los corazones y que solo tienen recelo que los mojemos con la lluvia que traemos en el vientre  y estropeemos  su día.

Abre tus brazos e abrazate, quiere te, nadie puede  amarte más que tú a ti misma, olvida lo malo y vive como puedas la maravilla que es vivir.

Oporto,19 de Marzo de 2013

Carminha Nieves