La mente en blanco
Y el punto que saludo al ayer,
Una pena que se lleva dentro
Es el pasar de unos ojos oscuros…
El viento arrastra todo aquello que no deseamos,
Tener en el presente,
Dejando en el olvido los recuerdos,
Que perduran con el tiempo,
Llorar es una lástima,
que no dejemos que corra,
A los costados de esos luceros.
Ahora digo:
Yo no tengo porque perdonar a quien me da toda su vida,
No debería ni siguiera perder tiempo pensando cómo dejar atrás,
el pasado de una infancia,
de la que jamás podría,
en gota de cada lágrimas,
Olvidarlo...
Porque hablando de niña a mujer,
Yo agradezco a Dios y a ellos,
por todo lo que tengo y lo que soy hoy día,
esta se las dedico a ellos a mis dos tesoros.
Yo he reído con ustedes,
Y me he muerto del llanto junto a ustedes dos,
Me he caído y levantado por cada momento que he vivido junto a ustedes dos.
Y ustedes dos son mis tesoros,
yo solo quería decirles: Gracias, por ser mis padres.
por haberme dado la vida y por su día a día junto a mí.
Demás está decirles unas y otras mil veces,
los amo a los dos tesoros.