Subió al autobús en medio de empujones. Estaba de muy mal humor como para darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Habían transcurrido algunos minutos y recorrido unos cuántos kilómetros cuando sintió el frío metálico en su sien. Se volteó lentamente y observó atónita el revólver.
-Entréguemelo todo o la mato. Se escuchó una voz ronca.
Ella no podía creerlo, tomó un autobús para ahorrar dinero y ahora perdería hasta su vida.
Hizo acopio de valor. cambió el ceño fruncido por un gesto amable y las comisuras de sus labios dibujaron su cautivadora sonrisa. Tragó hondo y le dijo al ladrón que era todo lo que tenía y no podría regresar sin un solo centavo mirándolo con ojos tiernos. El hombre tembló en su crueldad. Aquella mirada había doblado su dureza. Abrió su mano y solo encontró el billete. Tomó el cambio y se lo entregó. Luego quitó todo a los pasajeros, exigió que abrieran la portezuela del viejo transporte y se hundió en la muchedumbre.
***Basado en la vida real.
Autor: JUSTO ALDÚ (Julio Stoute). 2013