La vida aún comenzaba en ella,
su corazón latía en ensueño
el valor fue su dueño
y su alma fue pura y bella.
Él, alto y fuerte como roble,
es su sangre llevaba la vida
y el amor en su alma estallida
ardiente como fuego su figura.
Ella, exótica flor en medio del huerto,
invencible fue ante el invierno;
retoño que florecía tierno,
en los primero fríos de la vida.
Él, algo más que sólo una flama,
en el hielo era abrigo;
y en la guerra, la fortaleza
y asi mostraba su destreza
Así fue escrita su historia
… él y ella…